Este famoso cuento, escrito por Oscar Wilde (16/10/1854 - 30/11/1900) narra la llegada
de un feo enanito al castillo de España, donde debía hacer reír a la Infanta
y a los nobles, porque la pequeña cumplía 12 años.
El cuento empieza con La Infanta jugando y corriendo con
sus compañeros, lo que no hacía gracia a los nobles que la veían, porque
pensaban que la Infanta de España debía jugar con gente de su alcurnia. Pero
esto a ella no le importaba porque era feliz correteando con sus amigos.
El rey contemplaba a su hija, recordando con melancolía a la reina, que después de haber muerto, la seguía amando y dándole luto ignorando a las propuestas matrimoniales de otros reinos e imperios.
Cuando la infanta dejó de jugar, un mozo del castillo trajo
a un horrible enanito que había sido vendido por su padre al rey en su afán
de deshacerse de su fealdad e inutilidad.
.
El enano, ignorando su horrible aspecto de nacimiento,
siguió las órdenes del mozo y empezó a bailar y a bromear con la Infanta y los niños. Al ver que todos se reían, creyó que les había caído bien por sus
jugueteos y rápidamente se enamoró de la infanta. Pero no sabía que ella y sus
amigos se estaban burlando de su fealdad.
Cuando acabó el espectáculo, el enano se escabulló en los
jardines del castillo y empezó a deambular suspirando y pensando en lo
enamorado que estaba de la Infanta. Pensaba en que se la
llevaría al bosque y vivirían juntos en
la paz del campo, junto con los animales, respirando aire puro.
En eso, entró a una lujosa sala, donde había un enorme
espejo. Ignorando totalmente lo que era, el enano se acercó y vio un horrible monstruo,y retrocedió, esto fue reproducido
por el reflejo. El enano siguió moviéndose y el monstruo copiándolo, sin
entender lo que ocurría. Cuando se dio cuenta de que él era el monstruo, se echó
a llorar en un rincón de la sala, lamentándose de que todos se burlaran de él y
de que su padre lo había vendido.
Mientras tanto, llegó
la infanta y su grupo. Ella le pidió que se levantase y que baile de nuevo,
pero el enano seguía llorando. La infanta se enfureció y llamó a su tío para
que lo levantase y bailara para ella. Pero cuando el hombre fue a levantarlo,
no pudo, y dijo: “Lo siento, pero este enano ya no va a poder bailar nunca más,
porque se le ha roto el corazón” a lo que la Infanta respondió fríamente: “De
ahora en adelante los que vengan a jugar conmigo que no tengan corazón”.
Esta obra me gustó mucho por su final, no me esperaba que la
infanta tratara de esa manera al pobre enano.
Redactado por Arturo Cuya Reyes
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La imagen es un collage basado en las pinturas de Diego Velázquez "Las meninas" (Infanta) y "Francisco Lezcano: El niño de Vallecas" (Enano) que compuse con FireWorks para ilustrar este resumen del cuento de Wilde.